martes, 29 de julio de 2008

EBM v2.05

Ahora el blog esta diseñado para una resolución 1024X768, nuevo logo, pequeños cambios en colores y algun detalle más. yay.

I'm Dragging a Dead Deer up a Hill



Grouper es el proyecto de Liz Harris, joven muchacha de Portland que hace un folk que se borronea constantemente y se confunde con la música ambient, los drones y el shoegaze. Con la música tan climática ( y con el otro extremo, el noise extremo tambien ocurre ) es bastante difícil usar términos objetivos y referencias musicales en cuanto a lo musical. Es música bastante sencilla, y puede resultar evocativa y generar cosas o no. Así que mejor simplemente lo digo así: Lo de grouper es buenísimo. Porque este último disco de ella es de los discos que funcionan mejor como 'una canción entera' que escuche en mucho tiempo. Porque se confunden las canciones, no se entienden las letras, muchas veces no podes diferenciar si lo que suena es una guitarra o una voz, y entre las capas de guitarras y reverb de repente surge una melodía genial. Porque no cae en los clichés de cantautora herida. Y porque el nombre del disco es tremendo.

Grouper - Dragging a dead deer up a hill

miércoles, 23 de julio de 2008

Algunas notas sobre El Eternauta.


I.
Leí El Eternauta, ese elefante en la habitación de la historieta argentina, por primera vez hace un par de semanas. Si, soy un mal historiador, lo sé, pero cuando tenía 9-10 años me había parecido un plomo y, en definitiva, las obras le llegan a uno en el tiempo en que le llegan y aun no he visto Citizen Kane.

II.
Lo primero que me sorprendió del asunto es la insoportable sensación de “survival horror” que empapa a todo el comic. Durante sus primeras 100 o 200 páginas, hasta que la nevada mortal para, lo único que les preocupa a sus personajes es sobrevivir, encontrar comida, agua, salir a la calle sin morir, entrar a las casas con la mayor precaución del mundo. La analogía mas precisa es una película de zombies: un grupo de gente, los últimos supervivientes de una catástrofe, huyendo y ocultándose en un ambiente que antes les era familiar y ahora es mortal. Es atrapante y desesperante observar las preparaciones de hormiga que Juan Salvo y sus amigos realizan para ganarle unas horas a la muerte.

III.
Y es en esas preparaciones que uno se da cuenta de lo mas impactante de El Eternauta, que es la manera en que Oesterheld y Solano Lopez manejan el suspenso, el crecimiento de la invasión y la amenaza, haciendo aparecer con tranquilidad y con gran tensión a los cascarudos, los manos, los gurbos y dejando a los ellos en suspenso e incógnita. Demuestran una gran maestría en la manipulación de los tiempos de lectura y, además, es adictivo como la puta madre, haciendo que uno se devore el comic como si fuese m&m’s. Un método sobretodo efectiva en la introducción de los gurbos, que se prolonga a lo largo de incontables páginas en los que uno (por mas que ya los conoce de memoria) desea ver de una puta vez esas incontenibles maquinas de destrucción.

IV.
Solano Lopez es bueno, bastante bueno. Se nota la influencia de Pratt y de los grandes maestros de aventuras, sobre todo Raymond y Caniff, pero sus personajes están delimitados, sobre todo, por el negro. Grandes manchones de tinta en lo que son sus caras, unas cuantas líneas oscuras para marcar sus arrugas, su transpiración, su cansancio. Los personajes principales son todos blancos, los enemigos son todos negros (ta bien, los manos no, pero se visten de negro), aumentando en tamaño hasta llegar a la mole de los gurbos, la oscuridad total. Es muy bueno el modo en que aprovecha el escenario de la nieve mortal para generar un contrapunto con pequeñas figuras que se mueven en enormes escenarios blancos y desolados, con pequeñas manchas de nieve que caen y caen y caen sobre sus trajes. Sin embargo a veces sus figuras son demasiado estáticas, duras, sus caras se deforman y aparecen comprimidas y le faltan dos cosas: mas líneas cinéticas y mas onomatopeyas. Por momentos las escenas de acción parecen chatas y aburridas, poco emocionantes por la falta de estos elementos de movimiento e inmersión. Aunque quizás sea solo un prejuicio de un lector de comics del año 2008, acostumbrado al kineticismo de los comics norteamericanos (o, mejor dicho, al lenguaje visual que Jack Kirby creó).

V.
Como aventura, es impecable. Es inteligente, es divertida, es atrapante, tiene algo de la buena ciencia ficción dura, que es el hecho de que todos los aparatos y seres que aparecen son plausibles, dentro de todo, y que su introducción esta tan bien regulada que su carácter poco fantástico nunca se torna aburrido, inclusive se vuelve una virtud, al presentarlos como seres que no son completamente malos, solo víctimas de las circunstancias.
Al mismo tiempo tiene algo de ciencia ficción blanda en que no quiere explicar todo, en que deja partes de la historia y del origen de las razas invasoras deliberadamente oscuro, que no nos bombardea con datos técnicos sobre sus naves o su rayo mortal. Por momentos la narración se torna pesada, con demasiados cuadros de texto que explican lo que ya se ve en los dibujos, pero mayormente este vicio (entendible por la época) es poco visible. Es, sobre todo, una obra magníficamente estructurada, con ese final magistral digno de Alfred Bester o Kurt Vonnegut y con la escala de la lucha, los triunfos y las derrotas, dosificados de un modo tal que nunca creemos en la derrota o el triunfo absoluto de ninguno de los dos bandos. Hasta el final, claro.

VI.
Es perfectamente entendible porqué atrapó la imaginación de la gente como lo hizo: Buenos Aires es un personaje, un personaje reconocible y ajeno, cambiado por la destrucción pero representado con tanto detalle que lo hace familiar. La gente debe haber flipado un montón viendo las calles que caminaba todos los días cubiertas de nieve, los monumentos destruidos. Además es un comic que hace un uso preciso y fundamental del espacio, que no podría suceder en otra ciudad.
Y me pone a pensar en la relación entre la gente y las ciudades y el hecho de que parecemos siempre mas atrapados por imágenes distópicas, derruidas de las ciudades que conocemos o imaginamos (piensen en El Planeta de los Simios) que en ver imágenes de una utopía en la cual son brillantes y sofisticadas. Pareciera que la raza humana sabe que hay algo antinatural en el crecimiento urbano, en el laberinto en el que se van convirtiendo nuestras ciudades y que en algún lugar de nuestra psique colectiva sabemos que Todo Esto Solo Puede Terminar Mal.

VII.
A pesar de todas estas virtudes, hay algo que me sigue incomodando: la lectura del Eternauta como una obra que exalta, sobre todo, la lucha del Héroe Colectivo. Si, hay algo de eso, pero me parece que es más bien una lectura a contramano, una visión que se ha impuesto al comic a raíz del destino político de Oesterheld, vicio común y bastante molesto de casi todos los comentadores, que exaltan a Oesterheld como héroe de la historia política argentina hasta el punto de obscurecer sus habilidades y limitaciones como historietista.
No sé cuanto de ello hay en las secuelas, que no leí, pero acá la fábula del Héroe Colectivo parece mas bien subordinada a las necesidades de avanzar la historia, los personajes están puestos ahí porque cumplen una función al desarrollar la aventura, no porque sean una gran alegoría sobre la raza humana. Mí visión es algo así: Juan Salvo es el everyman, el tipo que Oesterheld pone ahí para introducir a los lectores en la historia, el que los guía de la mano y nos muestra, a través de sus ojos tan poco entrenados como los nuestros, lo que va pasando; Favalli es el “científico”, el que hace falta para “explicar” ciertos artefactos, para generar soluciones en esas primeras páginas de aislamiento; Franco es el músculo de la operación, el que sería el héroe en otra versión de la historia, el hombre arrojado, sin miedo; Mosca es el comic-relief, el tipo gracioso que aliviana los momentos de tensión; finalmente, el Cabo Amaya es la representación de la organización, de lo poco que queda de los cuerpos de control y orden, del estado. Pero mas allá de eso los personajes no están muy delineados, no son tan interesantes mas allá de la función que cumplen en la historia, no sabemos mucho de ellos mas que algunos datos: Juan Salvo ama a su mujer y a su hija, Favalli es inteligente y más bien pesimista, Mosca es un optimista un tanto chalado. Están subsumidos en la misión, en la narración, su función es mover el plot adelante. Hay referencias al espíritu inquebrantable del ser humano, pero no son suficientes como para fundar toda una línea de análisis que se ha vuelto predominante. Y al final pierden. ¿Que clase de héroe colectivo es ese?.
Me parece, en definitiva, que es una visión que arroja luz mas sobre las falencias de la obra que sobre sus virtudes, una lectura forzada que no piensa en el comic como comic sino en el comic como panfleto político y que, justamente, es una de las cosas que evita ubicarlo y analizarlo en sus propios términos. “El Eternauta” es una obra magnífica dentro del género de aventuras y dentro del género de la ciencia ficción, es algo increíble para haber sido producido a finales de los 50, una obra adulta e inteligente, que de haber sido publicada en otro país, hubiese fundado todo un subgénero.
Pero que también hubiese sido, tarde o temprano, sobrepasada. La veneración de la que es producto “El Eternauta”, veneración que se mezcla con la de su autor, me parece que es uno de los bloques mas grandes en el crecimiento del comic argentino (junto con los lamentables vaivenes político-económicos). Nadie hace concursos en los cuales se redibujan historias de Milton Caniff o de Tezuka en el 2008. Ninguna escena de comics mundial presenta la obra de un tipo que lleva muerto más de 30 años como su mayor logro.
Creo que lo que quiero decir es que ya va siendo hora de asesinar al padre, de sacudir un poco el canon tácito del comic argentino. “El Eternauta” es muy bueno pero tiene fallas como cualquier otro comic, es el producto de un lenguaje de hace medio siglo, evolucionadísimo desde entonces. Es hora de producir obras del Ahora, de dejar de mezclar una historia de vida admirable con su producción artística. Es solo un buen comic, no la Biblia.

martes, 22 de julio de 2008

You heard a brand-new band? What luck!
You’ll be the first to say they suck.


Baby's First Internet

(via)

Ponyo, Ponyo, Ponyo, Ponyo, Po!



El trailer de la nueva película de Hayao Miyazaki, Ponyo On The Cliff By The Sea, la historia de un pez dorado que quiere ser humano, que fue estrenada en Japon el sábado. No se entiende un carajo, pero vamos, es Miyazaki, seguro que hay calidad, ternura, personajes inolvidables y una moraleja ambientalista. Check it out.

jueves, 17 de julio de 2008

Chipmunk Rock #03


Neon Hunk – Nibblemaker

Al principio me acerqué a Neon Hunk porque en algún lado había leído que eran parecidos a Grabba Grabba Tape. Y si bien las similitudes son bastantes (son dos, utilizan sintetizador y batería, les gusta salir al escenario disfrazados con mascaras de plástico y de animales y retazos de ropa) en el fondo son dos bestias bastante diferentes. Los GGT tienen una veta pop (o melódica) mucho más marcada, un deseo de reconfigurar el espíritu mas primitivo del rock de manera digital.
Neon Hunk, en cambio, son más puramente noise, preocupados por reducir una composición (decirles canción es demasiado) a una constelación de chillidos, gritos, uñas sobre el pizarrón, graznidos, bocinas en medio de la noche, ardillas peleando entre sí, grillos tomando cocaína. Y, justamente, lo que me agrada muchísimo de su estilo es la manera en que logran despertar en el oyente una sensación de molestia física muy particular, no dolorosa, más bien incomoda.
Por ejemplo: “to nibble” significa mordisquear, y cuando uno escucha esta canción siente algo como eso, como si hubiese una especie de duende negro y maléfico mordiéndote la punta de los pies antes de entrar en un frenesí de garras y furia y huir por la ventana abierta tan rápido como llegó.

+Myspace
+Página en el sitio de su discográfica.
En la E3 se confirmó y se pudieron ver trailers del Megaman 9 y creo que a más de uno lo debe haber tomado por sorpresa ver lo que es y si no saben de que hablo vean el video.



No, no es un fake y no es una broma, ese es el Megaman 9. No solo no tiene gráficos 3D sino que volvió a los gráficos de los Megaman de 8-bits. Están viendo el primer juego lo-fi mainstream. Tanta nostalgia por los gráficos de 8-bits y de la vieja Game Boy entre los diseñadores indie finalmente tiene su versión para todo el mundo. Y creo que el día en que uno de los anuncios más importantes de la convención de juegos más grande del mundo (y tal vez el lanzamiento del año) es un platformer retro lo-fi y no otra bosta con marines es una victoria importante sobre el lado oscuro y un buen día para la humanidad. Lo-fi games FTW!

Bonus tracks:

Fl0wer, un juego ambient para PS3 | Al fin un trailer del Fallout 3, el único competidor con el Megaman por el título de juego del año. | Diablo III lives!

martes, 15 de julio de 2008

Wire tocando 'The Drill' en The Late Night Show a mediados de los 80s, presentados por Suzanne Sommers. Incluye una mini entrevista al final que es absolutamente increíble. El pobre Colin Newman no sabe donde meterse.

lunes, 14 de julio de 2008

porque queremos a la wikipedia, capitulo 4015.

Mamihlapinatapai (sometimes spelled mamihlapinatapei) is a word from the Yaghan language of Tierra del Fuego, listed in The Guinness Book of World Records as the "most succinct word", and is considered one of the hardest words to translate.[1] It describes a look shared by two people with each wishing that the other will initiate something that both desire but which neither one wants to start. This could perhaps be translated more succinctly as "eye-contact implying 'after you...'". A more literal approximation is "ending up mutually at a loss as to what to do about each other".

Y de ahi pueden ir al artículo sobre las palabras más dificiles de traducir.

martes, 8 de julio de 2008

Greil Marcus con Alpargatas

A esta altura ya estoy acostumbrado a no esperar nada de la crítica de rock argentina y debo ser muy inocente si todavía alguna me sorprende, pero la reseña de Ortelli del disco de Banda de Turistas para la Rolling Stone es demasiado.

Si hubiese salido en el de Clarín me habría molestado menos, porque a nadie realmente le importa lo que digan ahí y porque con los años la conclusión inevitable a la que llegué es que es un nido de ratas sin ningún interés por la música ni conocimiento al respecto que están ahí porque queda bien decir que escribís de música cuando te querés levantar minitas, entrás gratis a lugares y es mejor que tener un trabajo de verdad. En cambio la Rolling Stone, aunque en promedio no es mucho mejor, es tomada en serio por un montón de gente que necesita su cuota mensual de coolness envasada y predigerida para sentirse un poco más in porque saben quienes son los Klaxons o porque pueden hablar de alguna nueva (o que lo era hace 5 meses) tendencia de internet. Rolling Stone es el manual de música y cultura pop para el que no está interesado ni en la música ni en la cultura pop pero no quiere admitirlo públicamente. Y eso lo sabemos todos, así que podría dejar pasar esta porquería de reseña sin decir nada, pero no, tengo derecho a expresar mi indignación, sobre todo si alguien tiene derecho a cobrar por escribir esto, así que pasemos a los highlights de la reseña (y aclaro que esto no es sobre la banda ni sobre el disco, sobre los que no tengo nada para decir).

Antes de que termine siquiera la primer oración ya vemos que empezó todo mal (y eso que estoy pasando por alto que empiece hablando del productor) cuando Ortelli nos dice,
Mágico corazón radiofónico suena distinto de todo.
Las reseñas, especialmente las malas, suelen decir más del que reseña que del objeto reseñado y teniendo eso en cuenta hay que ser muy caradura para decir esto porque si hay algo que es seguro es que ese disco no suena distinto de todo, ni las canciones ni la producción. Claro que cuando los únicos discos que tenés es un greatest hits de Creedence, el último de Cerati y el del último hype de la NME cualquier cosa te parece el descubrimiento del fuego. Pero el mismo Ortelli parece no estar seguro de que lo que acaba de escribir sea cierto y dos líneas después (y sigo dejando pasar que está hablando de la producción de Mario Caldato como si fuera Phil Spector y Jack Nitzsche en su mejor época) dice que Banda de Turistas

no son ni emos ni floggers ni indies. Son como Los Gatos con zapatillas Pony.
Después de hacer un chequeo obligatorio de términos cool (me pregunto si esas tres cosas son para Ortelli el "todo" al que BDT se diferencia, si todo se termina en ser emo, flogger o indie y estoy bastante seguro de que podríamos sin mucho miedo calificar a BDT de indie), dice que "son como Los Gatos". Momento, ¿hace dos líneas no decía que sonaban distinto a todo? Igual señalar esa contradicción es distraerse de la verdadera joya de la reseña: no dice simplemente que son como Los Gatos, no, dice que son como Los Gatos con zapatillas Pony. ¿Qué carajo, en nombre de lo que más quieran, significa ser como Los Gatos con zapatillas Pony? Nada, absolutamente nada. Eso significa.

En el siguiente párrafo sigue hablando de la producción, de lo diferente que sería si lo hubiese producido Manza o Juanchi Baleirón, de como tendría más hits de haber sido así (¿evitar que la banda tenga hits es haber hecho un buen trabajo como productor?) y vuelve a decir que este es un disco diferente porque "las voces son instrumentos de la canción". Sí, Ortelli, es cierto. Es cierto porque salvo en algunas tradiciones particulares (como las baladas folk donde la música solo es un acompañamiento rítmico para la historia), en casi toda la música, especialmente en la música pop, la voz es un instrumento de la canción. Doy por sentado que nunca escuchó a Ella Fitzgerald haciendo scat.

Después de eso se siente obligado a citar una letra del disco aunque en el contexto no se note la relevancia y sutilmente nos deja claro que la verdadera validación de la banda es esta misma reseña que está escribiendo.

No es casual que éste sea el primer grupo (¡en diez años!) que consigue la apertura de la sección Críticas de esta revista con un disco debut.
Después de ese breve intermezzo para autofelarse y demostrar que McLuhan tenía razón tira un par de nombres más para dejar claro que él está reactualizado (MySpace, Pitchfork.tv) y la contradicción ataca de nuevo.
El Tucán trae su canción envuelta en un beat estilo Mandioca que reivindica a Kay Galiffi y al Nebbia de la época de El extraño de pelo largo, muy efectivo en su connotación psicodélica, cultural, argentina. Luis Balcarce, la primera guitarra, discute la herencia babasónica ("El canto") como un buen aprendiz de Mariano Roger, y también de Tom Verlaine.
Al menos ahora sabemos que también escuchó el Marquee Moon y alguno de Babasónicos, probablemente Infame, y tengo que preguntarme si ya se olvidó de lo que decía unas pocas líneas más arriba sobre sonar diferente a todo y si le parece que en este momenteo comparar a una banda con Babasónicos es de alguna manera halagador.

Un fallido arranque posmoderno después ("las canciones son como un happening, sobre la marcha se estiran hasta completar la estructura") aparece la segunda joya de la reseña, mucho más sutil que la anterior pero no menos jugosa.

Los BDT quizá no sepan cómo ejecutar sus instrumentos a la perfección (todavía), pero conocen perfectamente las formas de una canción.
Es fácil dejar pasar esta frase a primera vista, pero con más detenimiento debe ser la frase más clave de toda la reseña. Primero porque nos deja bien claro desde que concepción arcaica de la música habla Ortelli que hace que le parezca necesario mencionar el desempeño técnico de la banda pensando que un instrumento que suena bien y es funcional a la canción podría estar mal tocado (espero por el bien de su salud mental que nunca escuche a las Shaggs o Half Japanese). Pero la palabra clave acá es "todavía". Todavía tocan mal, porque esta es una banda a la que Ortelli le ve futuro y para él la evolución es aprender a tocar a la perfección. Creo que esto nos deja unas cuantas cosas claras.

A lo largo de la relativamente corta historia de la música pop hay apenas un puñado de críticos que realmente aportaron ideas interesantes mientras que la gran mayoría es un grupo heterogéneo compuesto de fanboys, acólitos, epígonos, hipsters, nostálgicos, snobs, bananas, "amigos de", vendedores de pescado podrido, cazadores de modas y pronosticadores del tiempo unido únicamente por el (en mayor o menor grado) desinterés general que todos ellos realmente sienten por la música. El principal problema de todos ellos es que fallan en ver que lo que un crítico debería ser capaz de hacer es ofrecer diferentes formas de pensar y entender la obra, diversas formas de acercarse a ella y al contexto cultural del cual surgió antes que decirnos que deberíamos escuchar, que es lo que se viene o simplemente aclararnos si vale la pena o no que compremos un disco (el famoso crítico pronosticador del tiempo). Hasta que puedan ver esto me alcanza con que por lo menos no hypeen bandas usando metáforas con marcas de zapatillas.

viernes, 4 de julio de 2008

Sed De Mal.


Muerto, adj.: Dícese de lo que ha concluido el trabajo de respirar; de lo que ha acabado para todo el mundo; de lo que ha llevado hasta el fin una enloquecida carrera; y de lo que al alcanzar la meta de oro, ha descubierto que era un simple agujero.

(Ambrose Bierce, Diccionario del Diablo)

El punk esta tan muerto que incluso preguntarse por su descendencia es una ridiculez. Porque además cuando yo me pregunto, en aquellas noches tristes, que es fue de su espíritu, lo que me imagino es algo que jamás ha existido: algo que tiene la inflexibilidad ética de Fugazi, la amplitud creativa de The Clash, la furia justificada de Sex Pistols, el intelectualismo de Wire. Algo que tenga lo mejor de todos los mundos, una fuerza vital llegada a la tierra para poner orden en ese sucio negocio lleno de ratas y mercaderes que es la industria discográfica, en nombre del Arte. Lo cual explica, probablemente, mis constantes depresiones al intentar encontrar algo en el arte que, evidentemente, solo existe en un mundo más feliz.
Pero de vez en cuando aparece un disco como el de Los Punsetes, un disco propiamente punk, que tiene la energía correcta, el espíritu de la historia de su lado, que sin embargo se las ingenia para sonar contemporáneo, inclasificable, como si fuese un médium canalizando el alma muerta de un movimiento, pero con interferencia de radio que lo obliga a inventar palabras en el medio de su discurso. Un disco que da fe. A primera vista puede parecer un conjunto de guitarras, con voz de adolescente aniñado y algunas frases memorables. Pero su personalidad es única y acarrea una oscuridad cínica e implacable, en una época en que la música parece hecha solo para los días soleados en gigantescos complejos de diversión de silicona y plástico.
En primer lugar, Los Punsetes están morbosamente obsesionados con la muerte. Pero sin temerle ni causarles angustia, sino con desdén, con resignación, con absoluta falta de respeto, con profundo asco por la gente que hace que todo esto sea más parecido a la muerte. Parecen verse rodeados de ella, ya sea en los comerciales, en los relatos de asesinos seriales, en los policías que arruinan el fin de semana con toda la fuerza represiva del Estado (tan mala como la de los delincuentes, pero aprobada), en los accidentes morbosos.
Y frente a ello reaccionan de dos maneras: por un lado con una non-chalance extraordinaria, un sentimiento que podría traducirse en el grito de guerra de “vamos a divertirnos acá en la pila de cadáveres, en los restos de la civilización aniquilada, se lo merecían de cualquier manera”. Y por otro lado con una fuerza sombría espeluznante. Su música esta teñida por el ambiente depresivo y cansino de una ciudad en la que la luz del sol no se filtra, en la que las calles están cubiertas de polvo, en la que los dos estados de ánimo posibles son la rabia y la tristeza.
Lo asombroso, lo que hace que valga la pena prestarle atención a estos chicos, es la manera en que logran hacer de estos temas el centro de su disco, de sus preocupaciones líricas, sin que este sea triste o depresivo, sino vibrante y liberador. No es una obra neurótica, enrollada en sí misma, sino preocupada sobre todo con la liberación del cuerpo, con las pocas oportunidades que nos presenta este mundo, con divertirse a pesar de que todo esté jodido y parezca que va a estarlo hasta el fin de los tiempos. Es un disco gozoso que de vez en cuando se ve abrumado por el peso de los muertos, por el deseo de robar/dejarse influir por un ideal rancio y por el mero hecho de vivir en estos tiempos.
Todo conspira en su contra: es un lp influido por un género muerto, por una misantropía importante y una tristeza existencial profunda. Y, sin embargo, tiene canciones que se pueden bailar o, por lo menos, que se sienten emocionantes y llenas de vida cuando se escuchan en las calles repletas de automóviles. Es, en otras palabras, un gran triunfo en estos tiempos que parecen de final de milenio.

Dos Policías.

Lo que me gusta de esta canción es la manera en que comunica, de un modo sintético y completamente realista lo que se siente vivir bajo la mirada de las fuerzas de la ley. Todos los que tenemos comportamientos que no son criminales pero tampoco son aceptados por la sociedad y las fuerzas del estado lo hemos sentido alguna vez, la paranoia de caminar con porro encima, de haber bebido un par de cervezas de más, el miedo y los intentos de comportarnos “normal” al pasar frente a una pareja de policías.
Y entronca bastante con mi estado de animo reciente, desde que tuve un encontronazo con los controles de alcoholemia y desde que nuestro gobernador parece empeñado en poner la mayor cantidad de uniformados en la calle, de hacer circular camionetas y autos de policía flamantes y colocar controles con gendarmería insospechados en calles céntricas. Un estado policial que no parece, que nos arruina el fin de semana con su sola presencia.

Pinta de Tarao.

Esta canción, por su parte, me encanta porque se podría ver como la contraparte de la anterior, al revelar la amenaza que se esconde no solo en las agencias de control, sino en cualquier persona. La letra es sencilla: un chico (en realidad la voz de Los Punsetes es chica, pero mantengámoslo así porque pareciera cantar desde el punto de vista de un hombre) se ofrece a llevar a una chica a su casa y ante su (real o prevista) negativa se escuda clamando que no es un asesino serial, describiendo con lujo de detalles lo que NO va a hacerle, afirmando que es un buen pibe que solo quiere hacer una acción caritativa, pero sugiriendo, también, una corriente de interés en ella y exudando una ligera amenaza porque, bueno, si puede imaginarse esas cosas, ¿quién dice que no es capaz de hacerlas?.
Es esa corriente casi imperceptible de seudo-lujuria, la que vuelve a esta canción irresistible (además del crescendo continuo que construyen las guitarras y la batería en versión marcial). Nos obliga a escucharla desde el punto de vista de él y desde la vulnerabilidad de ella, simultáneamente. Lo sexual esta latente, aunque el tipo no sea un “tarao”. De este modo todo el mundo es una amenaza, todos los hombres, en última instancia, tienen malas intenciones, la sociedad esta podrida. Es, en otros términos, una canción que explicita muy bien lo que es ser mujer y sentirse expuesta ante los ojos de un hombre o, como dicen nuestras madres de nuestras hermanas, “Es diferente, ella es una chica”.

(El disco de Los Punsetes, en una actitud admirablemente punk, se encuentra disponible para bajar en su página).

Intercambio Musical #10

Ya saben como es esto. Enjoy.

Iggy Pop - Lust for Life
Japan - Adolescent Sex
Sam Cooke - Live at the Square Harlem Club
Dee Dee King - Standing on the Spotlight
Jack Nitzsche - Hearing is Believing
Ariel Pink - Lover Boy
Ariel Pink - Scared Famous
Pussy Galore - Exile on Main Street
The Magnetic Fields - Get Lost
The Kinks - Arthur, or The Decline and Fall of the British Empire
The Velvet Underground - s/t
Tommy James and The Shondells - Anthology
Merzbow - 1930

miércoles, 2 de julio de 2008



If Charlie Parker Was a Gunslinger, There'd Be a Whole Lot of Dead Copycats. Un blog de fotos viejas, o, lo mejor que me pasó en internet últimamente, o, una razón más para preguntarse que pasó con todos los buenos fotógrafos.
Seguimos con los bateristas increibles: death metal en la oficina.

martes, 1 de julio de 2008

Material de Estudio.


Hace mas de 20 años (en 1982, precisamente) Josep Toutain se mando la quijotada (para ese momento) de publicar una historia de los comics en español, en fascículos que se distribuían en los kioskos de revistas y que cubría casi todo el comic mundial, con millones de colaboradores y, lo mas deslumbrante para un niño de 10 años, reproducciones de fragmentos de comics importantes en sus páginas centrales.
Esa colección estaba en mi casa mientras crecía, menos unos cuantos números que mi padre perdió, y recuerdo la manera obsesiva en que me lancé a su lectura (aunque, seamos sinceros, mas bien leía los comics en el medio antes que los artículos) descubriendo desde Krazy Kat hasta Akira, con todo en el medio. El lugar donde leí por primera vez a Kurtzman, Eisner y Kirby. Su diseño de tapa, simple, icónico, colorido (cada portada da para hacer pequeños cuadros) sigue pareciéndome hermoso.
Y hoy, dando vueltas por la internet (Grande y Gloriosa) encontré este magnífico link a toda la colección escaneada. Recomendadísimo perder una tarde bajándolos y darse cuenta cuan ecuménica, concisa e informativa sigue siendo.