lunes, 6 de agosto de 2012

La Biblioteca Inexistente (27).

(Leslie Gilbert Illingworth, Daily Mail, 27 Febrero 1940, encontrada acá)

1) Desgarrador perfil de Bill Haley, a 30 años de su olvidada muerte. De cómo uno de los “inventores” del rock and roll terminó sus días paranoico, alcohólico, viendo fantasmas en una habitación al lado de su pileta. O de cómo el éxito artístico impensado y por circunstancia puede destruir los caracteres débiles. Mi padre siempre decía que Bill Haley era un gordo conservador aburrido y con un jopo, pero después de leer esto la verdad es que le tengo bastante cariño.

2) La fascinante y bizantina historia de Xanadu, la internet de la mente o la enciclopedia universal, el proyecto de Ted Nelson, que imaginó el hipertexto y la conectividad antes de que el hipertexto existiese, y que jamás pudo concretarlo. Es descorazonador, pero también es la historia de un grupo de tipos profundamente desajustados de la vida normal que encontraron en la persecución constante de una estructura imposible algo que les dio sentido a sus vidas. Aunque al final el sentido sea deprimente y derrotista. Además, es una fabula sobre todas las visiones de Internet que NO tuvieron éxito.

3) Muy interesante entrevista a Pablo Semán, socio-etnográfo cultural donde habla de la cumbia y su posición actual en los estudios sociológicos sobre música. Su postura de dislocamiento de los prejuicios y su análisis que va más allá de los lugares comunes sobre la cumbia para llegar a explicaciones sorprendentemente empíricas (p.ej: cumbia villera = crisis 1998-2001 pero ¿por qué? No solo por “bronca x desmantelamiento del país” sino también por abaratamiento de los equipos durante la convertibilidad que permite una expansión de las bandas hacia el interior del conurbano) dan muchas ganas de leer el libro que promociona.

4) Como Yahoo mató a Flickr. De cómo el gigante más estúpido de Internet compró un servicio que prometía ser el futuro (comunidad, contenido generado por usuarios, belleza, simpleza) para volverlo una babosa pesada y fuera de contacto con los tiempos, donde nadie postea y solo vale algo por su enorme base de datos taggeada a la perfección.

5) Muy linda guía para comenzar a leer / entusiasmarse con Thunderbolts, ese underdog de Marvel que pudo convertirse en uno de sus últimos clásicos modernos. Yo también tengo una cierta debilidad por la serie y considero que últimamente, bajo la batuta del muy talentoso Jeff Parker levantó muchísimo y se volvió una de las últimas series sobre equipos de superhéroes hecha a la antigua usanza. Donde pasan cosas todo el tiempo pero los protagonistas no son necesariamente amigos, ni los arcos son de seis números.

6) El estallido espectacular de Gizmondo, una empresa fantasma, criminal y delirante que produjo una consola portátil aparentemente absurda (para competir con Sony y Nintendo)  y con juegos risibles mientras gastaba 100 millones de dólares por año y albergaba a un criminal sueco que se había vuelto conocido en su país como miembro de la “mafia de Uppsala”.

7) Una reseña sobre el libro de videojuegos escrito por Martin Amis en los 80s, supuestamente al mismo tiempo que escribía “Money”. Aparentemente es un affaire marcado por su estilo, su nihilismo y su ensayismo burlón, pero con ciertas tácticas precisas y aplicables ocultas en el medio del mismo. Que además él no quiere que leas.

8) Una historia oral de Countdown To Final Crisis. Quizás algunos de ustedes no lo recuerden (o lo borraron de su memoria) pero hubo un año en que DC Comics hizo todas las cosas mal, desde asesinatos sin sentido hasta el peor talento contratable en las series, desde aplastante control editorial hasta la sobre-exposición absurda de los New Gods que solo sirvió para disminuir su retorno en FC. Y Chris Eckert rastrilló los archivos (a través del caché de Google, ya que muchos han sido borrados desde entonces) de los principales sitios de noticias decomics para reconstruir la historia de ese gigantesco error.

9) Podetti revela los 6 tipos de decadencia artística. Sospecho que a Podetti hay que seguir leyéndolo todos los días, como hace tiempo que yo ya no puedo. A mi solamente me llega un artículo, de tanto en vez, que lo reafirma en su genialidad. Este es uno de ellos.

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